Daniela Morales Silva
Debido al aislamiento social sugerido para evitar la propagación del covid-19, cambiaron los planes de quienes tenían todo listo para casarse, festejar 15 años, bautizar o celebrar primeras comuniones, pues la mayoría han tenido que postergarse y otros tantos cancelarse.
La situación no es para menos, pues, por ejemplo, en Uruguay una mujer que resultó positivo a dicho virus contagió a aproximadamente 40 personas en una boda, mientras que en República Dominicana otro evento de este tipo resultó en un foco de propagación.
El vocero de la Arquidiócesis de Durango, el padre Noé Soto, mencionó que se le ha pedido a las personas que si pueden posponer la celebración de bautismos o presentaciones al templo lo hagan, igual que las uniones en matrimonio, aunque reconoció que en este caso es más difícil hacer cambios de último momento, por eso la propuesta para los novios es que si no pueden suspenderla la celebren con una mínima cantidad de asistentes, solo con familiares directos.
Puntualizó que en las iglesias se invita a que guarden distancia entre los asistentes y cumplan con las recomendaciones emitidas por las autoridades de salud, “de manera que seamos nosotros garantes de que en las iglesias se tiene la precaución debida que tanto nuestras autoridades eclesiásticas como nuestras autoridades de gobierno nos han pedido”.
Informó que de las celebraciones que se tenían apuntadas para esta temporada aproximadamente el 60 por ciento, que son de bautismo, presentaciones, ya se han pospuesto.
Agregó que por ser tiempo de cuaresma no se celebran muchas bodas, pero pasando Semana Santa es cuando sí se tiene un buen cúmulo.
“Veremos como está la contingencia en esa época. Insisto, si no se pueden posponer se van a celebrar con una asistencia mínima de fieles”.
Cancelan bodas o las posponen hasta 2021
La afectación para los sectores que brindan servicios o productos para eventos sociales es de prácticamente un 90 por ciento, debido a su cancelación o aplazamiento.
Rafael Varela, de Conceptos Sociales Rafaell, comentó que la gente está optando sobre todo por cancelar, debido a que están asustados y no quieren saber de sus eventos, incluso hay quienes han decidido cambiar fechas para el 2021.
“Nos ha estado afectando a los prestadores de servicios referente a lo que vienen siendo las fiestas”.
Señaló que son más las bodas que se han cancelado, aunque muchos han pospuesto eventos hasta después de octubre.
En el caso de las quinceañeras, han recorrido fechas. “Nos ha pegado bastante”.
Comentó que las autoridades emitieron una circular donde se anunció la cancelación de fiestas y eventos masivos, de ahí que los eventos programados para la semana pasada y esta no pudieron realizarse aunque tuvieran prácticamente todo listo.
Hablando en números, las pérdidas económicas por una boda “término medio” cancelada son por más de 80 mil pesos.
“La gente se ha acercado con nosotros, nos han dicho que quieren que les regresemos el dinero, pero para nosotros es difícil por cuestión de que es dinero que ya se invirtió”.
Rafa Varela es parte del equipo Eventos Durango, en donde todos se han visto afectados por la contingencia sanitaria (fotógrafos, decoradores, floristas).
“Todo el medio estamos afectados”.
Se espera que para mayo puedan irse recuperando, que vayan regresando las cosas a la normalidad.
A 15 días del gran día
Después de ocho pruebas había elegido ya el vestido, tenía ya invitaciones enviadas a todos los amigos y familiares, el traje del novio estaba preparado luego de que pelearan porque escogió un color inusual; las flores, el salón, la comida, el pastel, el grupo musical, la ambientación, todo tenía una palomita en la lista que desde enero del 2019 iniciaron Mariana y Samuel tras comprometerse.
El 4 abril era la fecha elegida por los novios, pues ese día celebran cinco años de estar juntos.
“Tener todo preparado, usar nuestros ahorros, trabajar por la boda de nuestros sueños, nunca pensamos en el cambio que esto tendría por una cuestión de salud, por una medida de seguridad ante el coronavirus”, relató Mariana.
Contó que la decisión que tuvieron que tomar ha sido la más difícil de todo este proceso, pues al principio la incredulidad ante el virus se fijó en su cabeza, pero al ver la rápida propagación del tuvieron que posponer el evento a 15 días de realizarse.
Las invitaciones se habían repartido a los cerca de 200 invitados, algunos tendrían que haber viajado de otros estados y algunos otros de otros países habían confirmado ya, pero el coronavirus lo cambió todo.
Junto a su organizador de bodas la pareja está revisando a distancia, por teléfono y videollamadas, la posibilidad de que proveedores puedan darles una nueva fecha, quizá septiembre u octubre, para no perder los más de 150 mil pesos que ya tenían pagados a floristas, decoradores, fotógrafos, banquete, meseros, músicos, salón, pastelería, entre otros.
Lo que si no pudo cambiar fue la luna de miel a la Riviera Maya, “ese dinero si se perdió, lo compramos a meses sin intereses y en el hotel nos dicen que no hay cambios, que están siguiendo las medidas necesarias, no queremos exponernos y no podemos viajar así con temor a contraer el virus”.