David Muñoz Carranza
En el mundo del arte, existen muchas teorías, en las que su papel primordial es ayudar al artista o creador a que el resultado final de su obra sea lo mejor realizada posible; esto gracias a dichas teoría que se aprenden en el desarrollo de los aprendizajes que obtienen durante su proceso de formación académica, una de ellas es la teoría de color, la teoría de la composición, la teoría del número de oro, y también existe la teoría que nos habla de los planos compositivos en nuestras obras, esta teoría se refiere mas específicamente a lo que conocemos como la perspectiva, una de las mas importantes, sin duda, de las más trascendentes, y que al aprenderla, una vez que se conocen los principios de ésta, el resultado final de nuestras obras será un garante de éxito.
Muchos nombres se relacionan con esta fundamental herramienta en el arte, nombres tales como Masaccio, Filipo Bruneleschi, Vasari, Pablo Uccelo, Leonardo Da Vinci, Donatello, o Luca Pacioloi; que gracias a ellos y a su admirable capacidad de observación, nosotros, en la actualidad sólo con tener los principios y conocimientos fundamentales de lo que significa y cómo se aplica, la obra que realicemos será una victoria.
Todo este arduo análisis se debe a que en la antigüedad los creadores estudiaron cómo lograr dar el efecto del volumen en sus trabajos, pues sólo contaban con el elemento de la bidimensionalidad, lo que significa que el ojo sólo capta dos dimensiones; en cambio, con el efecto que logra darse con el volumen, la obra ya está resuelta de manera que el ojo capta, lo que en la realidad está de forma volumétrica y palpable.
Estos estudios dieron como resultado lo que conocemos como la Perspectiva; la cual, a su vez se clasifica de distintas categorías como lo son: la Perspectiva Lineal, la Perspectiva Caballera, la Perspectiva con una Punto de Fuga, La Perspectiva Isométrica, la Perspectiva con dos o mas puntos de Fuga, la Perspectiva Axonométrica, Cónica, Oblicua, Perspectiva Curvilínea, Perspectiva Ortogonal, al igual existe la Perspectiva sin puntos de fuga, y una de las más interesantes, sin duda, es la llamada Perspectiva del cuerpo humano, que es el escorzo.
Como se mencionaba anteriormente, en la antigüedad los artistas no lograban dar ese efecto deseado del volumen; pero no es hasta el Renacimiento, donde los artistas descubren esta herramienta de gran ayuda para lograr esos cuadros que finalmente se convirtieron en grandes obras maestras , esto gracias a la Perspectiva, que si bien el ojo humano no detecta de ipso facto, si uno se da el tiempo para analizar la armonía, o lo que nos encanta y agrada en una obra, puede ser en gran medida, a que el artista a la hora de pensar y realizar su obra, puso cada elemento compositivo en su encuadre, de tal manera que el resultado final resulta armoniosa al ojo humano, y por ende haya una respuesta de agrado hacia las obras; pero es hasta después que hacemos este tipo de análisis, que descubrimos ese efecto de armonía volumétrica que nos da la obra.
Gracias al buen manejo de la perspectiva que tenga una obra, será ésta un garante del triunfo artístico.